Aunque el invento no es del todo suyo, fueron los americanos quienes lo perfeccionaron, usaron y abusaron con él. En el léxico mundial se registra la palabra revólver principalísimamente como el arma de fuego por excelencia en la expansión de Estados Unidos hacia el oeste. Esa llamada «conquista del Oeste» -- tan mitificada por Hollywood -- se hizo a sangre y fuego, por la fuerza de las armas, principalmente con la desarrollada por Samuel Colt, a partir de 1835. Fue un pasado extremadamente violento, signado por el exterminio indígena y la mal llamada «ley del revólver», es decir, el asesinato y el homicidio por parte de forajidos que a veces hasta llevaban placa de comisario.
Es ese pasado genocida y de «legalidad» impuesta a tiro sucio el que explica la presente matanza cotidiana que vive ese país. Su endémica fascinación con el revólver de antaño persiste hasta nuestros días, proyectándose hacia un futuro de disparos y más disparos, por gente que no sabe resolver sus frustraciones y problemas de forma pacífica y civilizada.
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