La inacción oficial sobre el Plan de Uso de Terrenos (PUT) es una muestra más de cómo el propio Estado burla la ley, haciéndola inoperante. Dándole largas al asunto de su preparación y aprobación, se da la sensación de que se cumple con el mandato legislativo, mientras se siguen concediendo permisos de construcción y desarrollo a diestra y siniestra. Así, cuando se termine todo este proceso, el Plan no tendrá utilidad porque no va a quedar un metro cuadrado de terreno en el país que no esté en el uso dictado por los grandes intereses económicos.
Este es el standard operating procedure del gobierno, cuando se trata de la protección ambiental o de los intereses comunitarios. Aprueba leyes, crea agencias, establece comisiones ciudadanas, celebra audiencias públicas; todo para dar la impresión de que vela por el interés público, pero lo que hace es retrasar los procesos públicos, mientras los intereses privados se despachan con la cuchara grande, adelantando aceleradamente sus proyectos. Luego, ante hechos consumados, a los que consintió por su incuria, se declara impotente. En fin, una PUTada.
1 comentario:
Lo que hemos hecho y seguimos haciendo con Puerto Rico es casi inefable. Es difícil encontrar las palabras adecuadas.
Los gobiernos del ELA en estos últimos 60 años (el ELA realmente comienza en 1948 con la elección de Muñoz como primer gobernador boricua electo) han contribuido con su corrupción a destruir la frágil ecología y belleza del archipiélago, todo para enriquecer a estos desgraciados de las industrias de la construcción y del automóvil. Yo no tengo problemas con que hagan tanto dinero, pero para ello no era necesario -ni conveniente- desolar nuestra tierra y a la vez construir ciudades tan feas, tan disfuncionales y tan abarrotadas de los malditos automóviles.
Este es probablemente el crimen más grande que hemos perpetrado contra nosotros mismos y nuestra posteridad, por todas las ramificaciones nefastas que conlleva. Todo bajo el régimen del "ELA", de "lo mejor de dos mundos."
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