martes, 1 de abril de 2008

Un juego amañado

No puede ser "noticia" que el Tribunal Supremo de Estados Unidos no se haya dignado atender el caso del Gobierno de Puerto Rico contra el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el asunto de Filiberto y el de los periodistas...a menos que uno sea de esos ilusos que piensan que el Supremo es lo más cercano al Tribunal Celestial en esta tierra. El Supremo federal no le va a restar un ápice de facultades al gobierno de su país, para favorecer a un "territorio" lleno de gente prieta, escandalosa y de dudosas costumbres. It's not gonna happen; not in this or any other lifetime.

Por supuesto, había que llevar el caso, aunque fuera para desenmascarar, una vez más, a esos fariseos a orillas del Potomac. Pero, ¿se imagina alguien al Juez Presidente Roberts, y a Scalia y a Thomas dándole la razón a Puerto Rico, por encima de los intereses nacionales norteamericanos? En esa sucursal de la Casa Blanca, que es el Tribunal Supremo de Estados Unidos, no pegaremos una. La cancha es de ellos, y las reglas las ponen ellos también. Mientras insistamos en seguir jugando en esas condiciones, no libraremos la "coca."

2 comentarios:

José Fernando Velázquez dijo...

Atinado. Creo que, cada vez con mayor frecuencia, el gobierno federal - incluido su tribunal supremo - ha cantado bien claro, aunque en ocasiones lo disimulen. ¿Cuantas veces tiene que quitarse la máscara para que nuestra gente pueda ver su verdadero rostro? ¿Le quedará alguna otra máscara que quitarse antes que nuestra generación se vaya a pique como tantas otras?

Roberto Ariel Fernández dijo...

Ese es el mismo tribunal, es decir, con la misma mentalidad, de la corte de los casos insulares. Así que imagínate! Y EUA está, como Puerto Rico, en franco deterioro. No solamente somos colonia de un país con un gobierno increíblemente corrupto, sino que apostamos todavía a lo que a todas luces es un caballo perdedor.