viernes, 28 de febrero de 2014

«Lingüista» impenitente

Creo no ser el único en haber creído que una palabra significa algo que no significa. Por ejemplo, pensaba que impepinable quiere decir algo así como «insoportable», como cierta gente pesada -- en el trato -- o esos libros que una vieja amiga llamaba «bloques de cemento». Pero, es el caso que el término es muy positivo, pues se trata de «cierto, seguro, que no admite discusión». Quizá la confusión surja de que hay personas intransigentes en sus criterios, juicios y opiniones, y entonces resultan «impepinables». Pero, esto es una pura especulación de mi parte...

Lo de la seguridad en uno mismo tiene un par de voces que vienen al caso. Impertérrito es «a quien no se infunde fácilmente terror, o a quien nada intimida». Y, por supuesto, el «que no se perturba» es imperturbable.

Cualidades a las que aspiramos todos; mas, pocos alcanzamos.

2 comentarios:

Hiram Sánchez Martínez dijo...

Pues, «impepinable», en su acepción de «insoportable para el trato, manejo o consumo», es un puertorriqueñismo que aún no aparece entrado a los diccionarios de traje largo, pero que seguiremos usando hasta que los académicos a cargo de preparar los diccionarios de uso se den cuenta y le abran la puerta. De esto, precisamente, es que se nutren los diccionarios porque, como sabes, somos los hablantes los que determinamos qué vocablos entran a sus páginas. No olvidemos que el lenguaje está al servicio de los hablantes y no a la inversa.

Alberto Medina Carrero dijo...

Convengo contigo, pero solo hasta cierto punto, porque por que un montón de ignorantes le llame sol a la luna y luna al sol no se va a cambiar la nomenclatura astronómica...