La RAE es arbitraria y caprichosa. A los puertorriqueñismos no les ha dado mucho relieve, prefiriendo citar los cubanismos como muestra del español caribeño. Tampoco es consecuente. Por ejemplo, acepta nuestro bibí como biberón, pero, entre las muchas definiciones de bobo, no figura la boricua, que es la de «chupete».
«Entre bobos anda el juego».
No hay comentarios:
Publicar un comentario