Debo confesar que, hasta hace muy poco, no había sentido la curiosidad de averiguar cuántos y de dónde son los lectores de este espacio. Siempre supuse que sólo me leían algunos amigos de Puerto Rico y mi hija en París. Grandísima y gratísima ha sido mi sorpresa al enterarme, por los medios de comprobación que este sistema incluye, de que me leen también en Estados Unidos, México, Alemania, Perú, Turquía, Canadá, Colombia y Letonia, entre otros lugares. Jamás pensé que gente de sitios tan disímiles y distantes tuvieran algún interés en los temas que trato aquí.
Supongo que a muchos les interesan las cuestiones del idioma. Quizá sean nacionales de esos países que han aprendido o están aprendiendo español, y quieren mejorar su conocimiento. A lo mejor son hispanohablantes que viven en esos países. En cualquier caso, pienso que el desenfado con el que escribo agrada.
Es posible que los temas jurídicos - con énfasis en los sucesos en nuestro país - sean una pequeña ventana por la cual algunos lectores se asoman a la realidad puertorriqueña, tan ajena y desconocida para gran parte del mundo. De paso, creo que algo se aprende de lo que expongo aquí acerca de las cuestiones de derecho, algunas de las cuales trascienden nuestras fronteras y son parte de ordenamientos comunes a muchos lugares.
Sea como fuere, le agradezco a mis lectores consecuentes la atención que le prestan a este espacio. Este oficio es algo solitario, y a veces, se llega a sentir que se habla solo. Saber que ustedes están ahí, aunque sea en silencio, es un estímulo para continuar.
Si alguno quisiera comunicarse privadamente conmigo, puede hacerlo a lic_medina@hotmail.com o albertomedinacarrero@yahoo.com
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