sábado, 21 de agosto de 2010
Las huellas de un crimen
Por supuesto que la prueba pericial debe ser decisiva para esclarecer el asesinato de doña Ginny Ortiz. De lo poco que se ha publicado, se desprende que la empleada doméstica ha insinuado que unos trabajadores en la azotea del condominio pudieran tener algo que ver en el crimen. Si alguno de ellos entró a ese apartamento, tiene que haber dejado huellas, rastro o residuos de su presencia. No se trabaja con cemento, madera, sellador de techo o alguna otra sustancia, sin que eso sea llevado en el calzado o la ropa a los lugares a los que se acude. De manera que no habrá sido difícil para los técnicos forenses detectar esos elementos, corroborando o descartando la presencia de esas otras personas en la escena del crimen.
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