lunes, 2 de agosto de 2010

¡Jamás!

El afán desmedido de hacer énfasis en algo puede llevar a disparates como el siguiente, a página completa en un diario: «Nunca jamás tendrá que hacer pagos hipotecarios mientras viva la propiedad».  Como se sabe, basta con «nunca» o con «jamás», para comunicar la idea de que con la hipoteca "reverse" no hay que hacer dichos pagos.  Nuestra gente suele decir «jamás ni nunca», variación igualmente incorrecta.


Confiemos en el significado de las palabras que, como en este caso, comunican una negación absoluta por sí solas, sin necesidad de «reforzarlas». 

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