viernes, 27 de agosto de 2010

Ceguera moral

El Gobernador del estado de Nueva York no sale de una antes de meterse en otra. Ahora está a punto de ser acusado de perjurio porque mintió bajo juramento cuando lo investigaban por haber aceptado unos boletos de cortesía de los Yankees para un juego de la pasada Serie Mundial. El hombre, que es legally blind, parece que es morally obtuse, pues sus antecedentes incluyen traqueteos con una ayudante y uso de sustancias controladas. Luego de que lo cogieron con los boletos regalados, «apareció» un cheque para pagarlos. En todo esto, el muy ladino siempre se escuda en su ceguera, que, evidentemente, es más moral que físiológica. También, por ser negro, saca a relucir el asunto del color, es decir, que lo que tienen es un abuso con este «pobre negro ciego».

Hombre, si está de que lo residencien hace rato...

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