lunes, 5 de enero de 2009

Del "agua viva" líbreme Dios...

No creo que deba haber problema con los cinco minutos de reflexión, siempre que no estén dirigidos por alguien con una agenda sectaria o sobre un temario religioso. Se puede y se debe reflexionar sobre múltiples asuntos de la vida cotidiana y acerca de lo que es ser un buen ciudadano. Lo que inquieta es que este anuncio se haga en un templo - dicho sea de paso, de muy mala reputación - pues ello da la impresión de que se encaminan a vulnerar la separación entre la Iglesia y el Estado.

Esperemos que la sabiduría que Fortuño le ha pedido a Dios le permita comprender que hay iglesias por doquier y tiempo de más para practicar la religión que a cada cual le dé la gana, pero la escuela pública no es uno de esos sitios ni se ha hecho para eso.

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