domingo, 30 de septiembre de 2007

Justicia, American style

Alguien ha dicho que el término military justice es un oxímoron, es decir, una contradicción en sus propios términos. La más reciente decisión de las autoridades militares de Estados Unidos relacionadas con la responsabilidad de uno de sus soldados por la muerte de civiles iraquíes es muestra fehaciente de ello. Le han impuesto cinco meses de reclusión al soldado que, para encubrir la muerte ilegal de dos iraquíes, colocó el cable de un detonador cerca de uno de los cadáveres, con el fin de que se presumiera que eran insurgentes. El joven dice sentirse muy agradecido de poder continuar en el ejército, a pesar de que lo degradaron y le quitaron la paga. ¡No faltaba más, si salió de oro!

Este ejemplo - uno de muchos - pone de manifiesto la renuencia de los americanos a condenar severamente a uno de los suyos, cuando comete algún delito contra un extranjero. Filipinas, Japón y Vieques, por sólo mencionar tres lugares, han sido testigos de una conducta reiterada que parte del convencimiento íntimo de que los demás no son gente. Dicho de otra manera: ¿qué importa un cadáver más - o dos - si son iraquíes?

sábado, 29 de septiembre de 2007

Demos en el blanco

La prensa nos da noticia de que un juez del Tribunal de Apelaciones ha escrito, en opinión disidente, que los acusados fueron "tarjeteados." Aunque entrecomilló el término, tengo que disentir de su uso y apelar al buen criterio del juez. La judicatura no le debe seguir el juego a la Policía en su disparatado uso del vocablo "tarjeta", con el sentido de target, es decir, de blanco u objetivo de una investigación. Repetir los disparates ajenos - incluso en una opinión o sentencia judicial - los convierte en "jurisprudencia."

El "tarjeteo" hay que echarlo a la basura, al igual que el "enforzar" - de enforce - las leyes, que tanto le gusta decir al Superintendente de la Policía. Bastante corrupción policiaca hay, para añadirle la de nuestra lengua.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Una excusa barata

Me parece flojísima la justificación del Superintendente de la Policía de la intervención del FBI en los desmanes policiacos de reciente cuño. Decir que la gente acude a los federales porque "hay violaciones de derechos civiles, que es la jurisdicción de ellos" da la impresión de que nuestro ordenamiento jurídico no protege los derechos civiles. Toledo, quien es abogado - aunque sospecho que sigue siendo más agente del FBI que otra cosa - parece que no se ha leído el Código Penal últimamente, pues en éste hay una sección completa al respecto.

Lo cierto es que el asesinato, la extorsión, el fraude, el narcotráfico, el robo y los demás delitos en los que han incurrido los agentes policiales están tipificados y penados como tales en la jurisdicción puertorriqueña. Que nuestras autoridades sean más o menos eficaces en su prevención, investigación y encausamiento es otra cosa. Que haya desconfianza en la Policía y en otros entes investigativos del Estado, también. Pero, no se trata de falta de autoridad legal para atender estos problemas. Nada impide que se investigue, acuse y procese a estos violadores de la ley. Excepto que se quiera colaborar con los federales en su interés de proyectarse como los únicos que pueden salvarnos de nosotros mismos.

jueves, 27 de septiembre de 2007

In English y en español

Ahora que los americanos hasta pretenden ponernos condiciones para enseñarle a leer en español a nuestros niños de escuela elemental, conviene puntualizar una diferencia que a muchos se les olvida. En inglés, se escribe Thursday, September y Spanish, pero, en nuestra lengua, se escribe jueves, septiembre y español. Con demasiada frecuencia, los nombres de los días, los idiomas, los gentilicios y los meses se escriben con mayúscula en español.

Igualmente, hoy es September 27, 2007 en Washington, D.C, pero es 27 de septiembre de 2007 en San Juan, Puerto Rico. Ellos allá tienen su gramática, nosotros acá tenemos la nuestra, y ni los ilusos que creen en "lo mejor de los dos mundos" deben confundirlas.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

A admisión de parte, relevo de pruebas

Lo ha dicho un anexionista de credenciales inexpugnables; jurista, por añadidura: Estados Unidos se ha pasado la vida violando su propia Constitución. El, que vive feliz en las entrañas del monstruo, lo sabe mejor que otros. De manera que, cuando los americanos pretenden darle cátedra al mundo sobre la praxis democrática y libertaria, incurren en un monumental ejercicio de hipocresía. Sencillamente, no practican lo que predican.

En lo que se equivoca Torruella es en limitar los desmanes constitucionales norteamericanos a los tiempos de crisis. Lo cierto es que, bien conocida, la historia de Estados Unidos es poco admirable. No ha sido solamente en épocas de guerra u otras emergencias nacionales, cuando esa Constitución se ha hecho sal y agua, sino que, consuetudinariamente, el sistema no ha estado a la altura de su retórica. Tampoco olvidemos que esa Constitución le dio su visto bueno a la esclavitud, condición que subsistió 76 años después de su aprobación. Así que no nos engañemos con los llamados a la acción cívica para salvar esa Constitución. Hoy día, la Patriot Act pesa más que todo lo que escribieron Madison y compañía.

martes, 25 de septiembre de 2007

Simplemente, robo

El término carjacking se viene usando desde hace tiempo, como si se tratara de una realidad distinta o nueva, para la cual no existe un vocablo que la nombre. Pero, es el caso que se trata de, sencillamente, el robo de un vehículo de motor. Como se sabe, para que se configure un robo, la toma de la propiedad tiene que hacerse de la inmediata presencia de la persona, mediando intimidación o violencia. En el carjacking, lo que se da es el despojo del vehículo, generalmente, a punta de arma de fuego, a una persona que lo conduce o lo tiene bajo su control inmediato. Por lo tanto, ello constituye un robo.

Podría haber, además, otros elementos, como el llevarse al conductor o dueño por la fuerza, en cuyo caso se trataría, también, de un rapto o un secuestro, según fueran las circunstancias. Pero, el hecho fundamental de tomar el vehículo por la fuerza sigue siendo un robo, y no hace falta inventar este injerto de car y hijacking. Mucho menos adoptarlo en español en estos lares.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Pepe Canals

Ha muerto Pepe Canals, aunque nunca muere del todo quien deja un legado y un buen recuerdo en quienes le conocieron. Fue mi profesor de Derecho procesal penal hace más de 30 años, y lo recuerdo vivamente por su voz, su cultura jurídica y su cultura general. Sabía mucho de Derecho, pero sabía mucho más que de Derecho. Con él se aprendía algo más que lo que disponía la regla tal o lo que había resuelto el Tribunal Supremo en Pueblo v. Sutano; se entendían los conceptos y los principios, se aprendía a pensar y analizar de manera crítica. Se han quedado conmigo su metáfora del procedimiento criminal como un tren que va pasando por las estaciones, y la del libre albedrío como un hombre en un bote de remos que navega por un río.

Tuve poco contacto con él luego de salir de la Escuela de Derecho de la UPR. En un par de ocasiones me llamó para procurarme algo relacionado con mi trabajo como editor jurídico. Recuerdo que me habló de un libro que quería publicar. La última vez que lo vi fue la noche que celebramos los 30 años de graduados de Derecho, en Casa Diego, establecimiento propiedad de uno de sus hijos. En cada una de esas ocasiones sentí su afecto genuino. Hoy le testimonio el mío.

domingo, 23 de septiembre de 2007

La senda equivocada

En Puerto Rico se tiene la idea equivocada de que el término "sendas" o "sendos" significa algo así como "contundente" o "fuerte." Me parece que en esto algo ha tenido que ver la crónica deportiva, cuando informa que se batearon "sendos cuadrangulares", lo cual se toma como sinónimo de descomunales. Lo cierto es que el vocablo aludido se refiere a uno de cada cual o para cada cual.

Hoy, por ejemplo, la prensa relata que unas familias - pobres, por supuesto - recibieron "sendas" demandas de expropiación forzosa. Dejando de lado los méritos del asunto, es claro que así tenía que ser, pues hay que demandar a cada familia por separado. Por lo tanto, lo de "sendas" huelga. Sospecho que el periódico ha querido resaltar el carácter forzoso de la expropiación, y por ello ha incurrido en el error señalado.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Una penita

Las penas impuestas, y las posibles anunciadas, al empresario que descargó tinta en un cuerpo de agua y luego mintió a los investigadores, para encubrirlo, me parece que padecen de la flojera institucional que surge a la hora de sancionar a los empresarios, con o sin Rosselló. Creo que, por un lado, se valora muy poco el delito contra el ambiente y, por otro, la burla a los procesos investigativos del Estado. Soy de los que siempre han creído que mentirle a las autoridades es cosa muy seria, que merece un castigo severo. Eso de arrestos domiciliarios o penas de seis meses de reclusión me parece un chiste de mal gusto, a costa de la sociedad.

La única forma de dar a respetar la función pública en este contexto es procediendo con todo rigor contra quienes, luego de delinquir, traman, con mentiras y subterfugios, su ocultación y la evasión de responsabilidad. No puede haber consideraciones de clase alguna, que atenúen la pena, cuando se intenta engañar a quienes tienen la encomienda pública de hacer cumplir la ley.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Para contestar una llamada

En este mundo de telefonía omnipresente, hacemos y recibimos llamadas constantemente. Invariablemente, escuchamos decir a quien contesta: " espera, que enseguida te llamo para atrás" o "le devolveremos la llamada." El lector avezado se dará cuenta del horrible calco del inglés. To call back y return your call son formas perfectamente aceptables en el idioma de Graham Bell, pero no en el nuestro. Sencillamente, las llamadas se contestan, de manera inmediata o más tarde. No hay "para atrás" ni "devolución" que valgan.

Este deterioro en el habla cotidiana se debe al contacto con puertorriqueños y otros latinos nacidos o criados en Estados Unidos, o que han vivido mucho tiempo allá, y hablan un español disparatado. Los boricuas de acá no debemos dejarnos llevar por esos equivocados y repetir sus desatinos. Al contrario, debemos insistir en expresarnos correctamente, frente a los que no saben. De otra manera, se continuarán imponiendo la estupidez y la ignorancia.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Facultades omnímodas

La pretensión de Bush de que le extiendan la autoridad para continuar interceptando llamadas telefónicas y mensajes de correo electrónico me recuerda los tiempos de las facultades omnímodas bajo el régimen español. ¡Tanto criticar el absolutismo español de aquella época y los despotismos del siglo XX, para ahora tenernos que tragar este fascismo! Los americanos, tan dados a condenar estos métodos, cuando los usan los demás, les han echado mano con gusto y ganas, con la socorrida excusa de combatir el terrorismo. Como se dijo hace tiempo, muy sabiamente, cuando uno utiliza las tácticas del enemigo, uno es el enemigo.

Estas cosas no deberían importarnos mucho, pero el alcance extraterritorial de las decisiones del Tío Sam nos afecta a todos. Según la legislación cuya extensión se busca, la interceptación se hace a llamadas y mensajes a personas fuera de Estados Unidos, como si eso lo hiciera menos malo. Claro, como si alguien se fuera a creer que no espían las llamadas o mensajes domésticos o que, en última instancia, van a dejar de hacerlo, si no hay una ley que lo autorice. Ya decía mi abuela: Habla hoy, y muérete mañana.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

En relación con...

Continuamente se oye "en relación a" tal cosa o persona. Lo correcto es "en relación con", pues la relación siempre es con alguien o algo. Por ejemplo, se tienen relaciones sexuales con Fulano o Sutana; se tienen relaciones de negocio con tal empresa. Realmente, no hay forma de decir, sin sonar a un extraterrestre, que uno tiene una relación a otra persona o entidad. Por lo tanto, es patentemente absurdo decir "en notas relacionadas a la República Dominicana", como suele ocurrir en un noticiario de televisión casi todos los días.

Nuevamente, la explicación surge de la interferencia lingüística del inglés. En ese idioma es correcto decir in relation to, correspondiendo el to al "a" nuestro. Como he señalado reiteradamente, escribimos y hablamos el español con las formas de la lengua inglesa. No conocemos bien la nuestra; por eso somos tan suceptibles a adoptar los modos de la ajena.

martes, 18 de septiembre de 2007

Derecho 001

Cualquier estudiante de primer año de Derecho o juez novato sabía que el pleito de los llamados "auténticos" no tenía cabida en el tribunal. Bien temprano en los estudios de la abogacía se aprenden dos cosas básicas: las cuestiones políticas no son adjudicables por los tribunales, y los tribunales deben abstenerse de ejercer su jurisdicción sobre asuntos cuya solución no es ejecutable por la autoridad judicial.

Por más que se disfrazara la controversia en este caso, se trata de un asunto eminentemente político partidista, cuya solución tiene que darse en este contexto. El Poder Judicial no puede dictarle pautas a un partido político acerca de a quién considera aceptable o apto para candidaturas o puestos. Un dictamen a esos efectos es fútil, pues, como cuestión de realidad política, no se puede poner en vigor.

Parece que algunos necesitan repasar ciertos conceptos jurídicos fundamentales.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Para alistarse

La tragedia de los boricuas que mueren peleando en las guerras del Tío Sam saca a relucir el asunto del "enlistarse" en los cuerpos militares de Estados Unidos. El verbo viene, claramente, de enlist, forma correcta en inglés pero no en español. En nuestra lengua se dice "alistarse", es decir, ponerse en la lista de reclutas de una fuerza castrense. El diccionario nos avisa que la forma "enlistar" se usa en México con el significado aludido. Pienso que la cercanía con Estados Unidos le va arruinando el buen español a los cuates de allá.

Curiosamente, "alistarse" también significa "espabilarse", cosa que necesitan nuestros jóvenes, sobre todo, para no dejarse embaucar por los reclutadores que les prometen una vida mejor en la milicia y lo que resulta es que pasan "a mejor vida" en la flor de la juventud.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Una caballada

La prensa da cuenta de un alegado problema con caballos desatendidos y realengos en la zona de Mayagüez, es decir, el Viejo Oeste borincano, al decir de Miguel Angel Santín. La noticia deja la impresión de que la legislación existente es insuficiente para proteger a estos equinos, algo que no es cierto. La ley de protección de animales cubre, prácticamente, cualquier modalidad de maltrato en la que se pueda incurrir, incluidas las denunciadas en la noticia.

El problema parece ser otro, según lo relatado. Aparentemente, han faltado voluntad y fondos para establecer unos albergues para los caballos, amén de la cooperación ciudadana. Pero, esos son problemas de administración, política pública y cultura cívica. Es erróneo clamar continuamente por más leyes para atender situaciones, cuando bastan las que tenemos. Lo que hay que hacer es "poner en el potro" a las autoridades pertinentes.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Casual e informal

Las invitaciones a actividades sociales, a veces, disponen que la vestimenta será "casual." En estos casos, supongo que se refiere a que los asistentes deben ponerse lo primero que encuentren en su armario, guardarropa o ropero, pues casual viene de casualidad. Claro que lo que ocurre es que la vida social puertorriqueña, tan calcada de la de Estados Unidos, ha adoptado impensadamente el término casual, que quiere decir informal, en este contexto. Las opciones, pues, son vestimenta formal o informal, con elegancia o sin ella.

He dicho antes que somos víctimas de la falta de cultura e imaginación de las agencias de publicidad, que copian cosas como el Cool and Casual Day y tonterías similares de Estados Unidos, y no tienen el pudor de ponerle un nombre en español. Entonces hacemos el ridículo de, siendo hispanohablantes, celebrar y participar en actos de toda índole con títulos en ingles. ¿Será casual?

viernes, 14 de septiembre de 2007

En cancha ajena

En cierta forma, es de aplaudir la determinación con la que el Secretario de Justicia continúa procediendo contra el FBI por la vía judicial. Toda quijotada lo es, y no hay duda de que pedirle cuentas al gobierno federal en sus tribunales es eso en grado sumo. El Secretario y sus asesores tienen que saber que están jugando en cancha ajena, contra jugadores que juegan rudamente y con el árbitro y el público hostilmente en contra. Me parece que es la crónica de una derrota judicial anunciada, pues las cortes del imperio no le van a fallar en contra. Creer lo contrario es ser imperdonablemente ingenuo y desconocer la verdadera historia de Estados Unidos.

Supongo, entonces, que la estrategia es, precisamente, desenmascarar ese sistema judicial, que, como himen complaciente, cede a las embestidas del aparato represivo, tanto en el territorio continental como en el territorio colonial. Porque, en última instancia, de esto es de lo que se trata: la subordinación política que hace posible que el FBI campee por sus respetos en nuestra patria. Si es en son de denuncia, vayamos hasta el tribunal celestial.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Una cuestión de consciencia

Lo decimos continuamente, y lo decimos mal: "estoy consciente" de tal o cual cosa. Queremos decir que "me doy cuenta" o algo por el estilo, pero es el caso que eso es "ser consciente." Estar consciente es, por supuesto, lo contrario de estar inconsciente. Por lo tanto, a menos que hayamos estado durmiendo, en alguna zona intermedia o en estado de coma, estamos conscientes en todo momento.

Ser consciente es otra cosa. Es darse cuenta, conocer, hacerse cargo; en fin, saber de lo que se trata un asunto. Por eso, se puede estar consciente y no ser consciente. De hecho, ésa es la condición general del ser humano, muy especialmente de la mayoría de nuestro país, tan desconectada de su realidad, ensimismada y dando vueltas en un tíovivo existencial.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La impunidad oficial

Dora Nevares tiene razón, pero creo que se queda corta en su evaluación de la responsabilidad penal de los guardias que no hicieron cosa alguna para evitar el asesinato de Cáceres. Voy más lejos, pues es muy posible que la cooperación que se les imputa podría llegar al grado de autoría, según tipificada en el artículo 43 del Código Penal. Para mí está clarísimo que cualquiera de los otros policías tenía la obligación de tratar de impedir el maltrato a la víctima, incluso valiéndose del arma de reglamento contra su compañero. Al no hacerlo cooperaron con actos simultáneos sin cuya participación no hubiera podido realizarse el hecho delictivo, al decir del Código.

Lamentablemente, lo que he llamado el esprit d' corps enfermo que permea nuestro sistema de administrar la justicia penal y un cuestionable criterio judicial al apreciar la prueba producen cotidianamente fracasos de la justicia. El país merece mayor rigor intelectual y sensibilidad moral en la aplicación de la ley. Dictámenes contrarios a la realidad palpable son un ultraje a nuestra sociedad.

martes, 11 de septiembre de 2007

Dondemanía

Lo he dicho y escrito hasta el cansancio: "donde" es adverbio de lugar; por lo tanto, no se puede usar en otros contextos. La prensa de hoy, al contarnos de un sitio en Internet para aprender ajedrez y jugarlo, nos dice: "Un juego donde la habilidad mental será el jaque mate, donde no importa de qué tamaño seas, cuán fuerte eres o cuán veloz pienses ser. El ajedrez es un deporte mental donde se compite... Obviamente, debió escribirse "en el cual" o "en el que", formas sencillas que no requieren ser un gran maestro del llamado juego-ciencia para conocerlas y usarlas correctamente.

Desafortunadamente, el autor de lo citado representa a la inmensa mayoría de los puertorriqueños en el uso disparatado de "donde." Este adverbio se ha convertido en un comodín lingüístico; se usa en todo y para todo. Incluso es frecuente escuchar a alguien usarlo para referirse al tiempo, como "en el año tal, donde... He aquí otro ejemplo del desconocimiento craso del español elemental que padecemos los borinqueños.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Los escrúpulos de María Gargajo

El Presidente del Senado rompe lanzas por el soldado puertorriqueño presuntamente asesinado por el ahora electo funcionario panameño. Bien hecho, excepto que lo hace, como siempre, bajo el palio de la iniciativa del gobierno de Estados Unidos, el cual no pierde ocasión de meterle un dedo en un ojo a cualquier régimen que no le sea afecto. Si esos mismos hechos hubieran ocurrido en la Panamá domesticada o en cualquier otro país perrito faldero del Tío Sam, Washington no hubiera dicho nada y, por supuesto, el Presidente del Senado tampoco hubiera chistado. Pero, con el permiso del Norte, se incursiona en la escena internacional.

Por supuesto, de ser cierto que la persona electa es culpable de la muerte de nuestro compatriota, y que el juicio absolutorio fue amapuchado, se trata de algo repudiable. Mas, ¿con qué fuerza moral puede Estados Unidos impugnar los procesos judiciales en otros países, cuando los suyos son tan fallidos y manipulados, como el de nuestro también compatriota "Pucho" Padilla?

domingo, 9 de septiembre de 2007

Un error ordinal

La prensa le atribuye a una reputada tenista, reputada puertorriqueña, haber dicho que éste es el "27 U.S. Open" al que acude. Este unforced error es muy común en nuestro medio. Son poquísimos los puertorriqueños que no se colgarían en una prueba corta acerca de los números ordinales. Tal parece que, una vez se pasa del 10, entramos en territorio ignoto, en lo que respecta al orden numérico. Las formas vigésima, trigésima, cuadragésima, quincuagésima y demás, acompañadas de primero, segundo, tercero, hasta noveno, son expresiones totalmente inmanejables para el boricua.

De ahí que se hable del "15 aniversario", el "30 cumpleaños", la "46 edición de tal evento" y otras lindezas por el estilo. Se nos debería caer la cara de vergüenza, por no poder decir o escribir esto correctamente, como lo debimos haber aprendido en los primeros grados de la escuela. Pero, como en tantas otras cosas de nuestra vida colectiva, seguimos como un rebaño detrás de la mediocridad en todas sus expresiones.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Un alumno aventajado

Algo habrá que hacer con la maestra que sostuvo relaciones sexuales con un alumno de 13 años. De lo que no estoy seguro es si la respuesta del derecho penal es la adecuada. Mi lectura de la tipificación del delito de agresión sexual me hace dudar de su aplicabilidad, en estrictísimo derecho. En primer lugar, porque la reputada "víctima" es quien lleva a cabo la penetración sexual que constituye la esencia del acto punible. En segundo término, porque el Código afirma como circunstancia esencial del delito el punto de vista de una persona situada con respecto a la edad y género de la víctima. Dejando a un lado la pésima redacción, me parece que se refiere a si la víctima verdaderamente se siente "ofendida" por la relación sexual. Tiene que ser así porque, de lo contrario, hubiera bastado con decir que cualquier relación sexual con una persona menor de 16 años constituirá agresión sexual.

La realidad es que ningún muchacho de 13 años se siente "agredido" u "ofendido" por las atenciones sexuales de una mujer de 24; en todo caso, se siente "agradecido." Igualmente ridícula me parece la imputación de maltrato institucional. No creo que el muchacho se sienta "maltratado." Una pena de cinco años me parece castigo cruel e inusitado por algo poco más que moralmente reprochable.

martes, 4 de septiembre de 2007

Un alegado alegato

Los abogados conocemos la diferencia. (Así lo espero.) La prensa, sin embargo, pese a orientaciones y seminarios por parte del Colegio de Abogados y la Oficina de Administración de los Tribunales, insiste en confundir "alegación" con "alegato." El ciudadano común y corriente se deja llevar por los medios noticiosos, y repite la equivocación. Es así como todo el que afirma cualquier cosa por ahí ejerce la abogacía, presentando "alegatos" a granel.

Esa misma falta de conocimiento de la prensa y de la gente se nota cuando tampoco distinguen entre un detenido, un arrestado, un imputado y un acusado, pasando por alto que se trata de categorías que representan distintos momentos procesales. El orden expuesto es progresivamente inculpatorio, por lo que, confundirlo, es suponer un grado de enjuiciamiento incorrecto. El error no es inconsecuente, pues se lastiman reputaciones que, a veces, son difíciles de restaurar.

En fin, hay que seguir insistiendo en aclarar estos conceptos, para bien de todos.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Castillos en la arena

La Constitución es clarísima: las playas son públicas. Puede haber accesos privados, pero siempre tiene que haberlos para el público general. No obstante el conocimiento general de este principio, los grandes intereses económicos - y otros no tan grandes - insisten en coartar ese derecho. Los primeros, para ofrecerle a su clientela el atractivo de la private beach, y los segundos, para sentirse como potentados de poca monta.

Para justificar candados y verjas, se esgrime el argumento de la seguridad y los problemas de orden público que generan algunos de los que acuden a las playas. ¡Hombre, pues cerremos parques, plazas y otros espacios públicos en los que se suscita conducta indeseable! La verdad es que este problema - que no es nuevo, pero se ha recrudecido - es secuela de la obsesión con los controles de acceso que aqueja al país. Es el encastillamiento de la vida puertorriqueña, producto de afanes de distinción y exclusividad de un pueblo pobre con ínfulas de rico.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Pagar demás

En esta época de tanto préstamo para financiar deudas constitucionales y "extraconstitucionales", se escucha y se lee a distinguidos banqueros, economistas y otras yerbas de la jungla de asfalto de la Milla de Oro hablarnos de "repagar" esos compromisos. Yo, que siempre había oído que las deudas se pagan, y nada más, pensé que se trataba de algún otro mecanismo de las altas finanzas desconocido por quienes no hemos tenido la dicha de estudiar en Wharton o la London School of Economics. (Bendito, mi bachillerato en Ciencias Económicas es del RUM.)

Pues, bien, resulta que, según la Academia, repagar es "pagar caro algo." Pero, un momento; a lo mejor los whiz kids del Bankers Club, sin saberlo, están en lo correcto: estamos "repagando" ese fiao consuetudinario que en Puerto Rico se tiene por manejo de las finanzas públicas. Una vez más, lo que ocurre es que repay sí tiene la acepción a la que ellos se refieren. Claro está que también significa desquite, como en Romanos, XII, 19: Vengeance is mine; I will repay, un castigo divino que se merecen los que nos han metido en este embrollo.

sábado, 1 de septiembre de 2007

El crimen más grande

El actual desastre ambiental en nuestras costas pone de manifiesto la necesidad de la legislación penal contra la contaminación, tan combatida por ciertos sectores económicos hace dos o tres años. Ahora se ve que hace falta "mano dura" contra los que dañan, dolosa o negligentemente, la naturaleza que sostiene a los seres vivientes. La respuesta del Estado a este derrame de combustible de grandes proporciones no puede ser meramente de naturaleza civil, con indemnizaciones más o menos cuantiosas, sino que debe aparejar el castigo severo del derecho penal.

La ocasión es propicia para que atendamos con más rigor los muchos otros delitos ambientales que ocurren cotidianamente en nuestro país, fijando responsabilidad penal por ellos. Los delitos de estrago, envenenamiento de las aguas de uso público, contaminación ambiental y contaminación ambiental agravada no pueden ser letra muerta. En ello nos va la vida.