miércoles, 17 de octubre de 2007

Seamos consecuentes

En un editorial periodístico titulado"Levantemos la educación" leo: "El consistente deterioro en el desempeño de los estudiantes..." Da pena que quienes, de buena fe, claman por la excelencia educativa incurran consecuentemente en este error. En español, "consistente" se refiere a la dureza o solidez de un objeto. Por eso, se habla de la consistencia de tal o cual material o del punto al cual se prepara un alimento. Pero, si se trata de la fidelidad a personas o principios, o a la frecuencia o repetición de unos actos, hablamos de consecuente. Así, nos referimos a una persona consecuente con sus ideales o a un amigo que es consecuente con uno, por ejemplo.

Lo que ocurre es que, una vez más, se toma un vocablo en inglés - en este caso, consistent - y nos empeñamos en usarlo de la misma forma en español. La excelencia educativa por la cual en estos días hay muchos "rasgando sus vestiduras" se alcanza cuando estamos dispuestos a pasar trabajo pensando y exigiéndonos todos el mayor grado de corrección posible. No podemos deplorar el "rezago en el aprovechamiento en español", si consecuentemente lo hablamos y lo escribimos mal.

2 comentarios:

Jaime Riera Seivane dijo...

Escribe sobre el abuso cotidiano de las palabras sendas y cándidez. Tú sabes que senda se usa mucho para hablar de grande o algo espectacular y cándidez de honrado.

Alberto Medina Carrero dijo...

Jaime:

El pasado 23 de septiembre comenté lo de "sendas". Voy a poner en agenda lo de "candidez."