viernes, 12 de octubre de 2007

Pifia federal

La decisión judicial que determina que fue por represalia el despido de una fiscal federal en Puerto Rico y, por ende, ordena su reposición tiene que ser reveladora y aleccionadora, especialmente para todos esos ilusos que creen en esa visión edénica del ámbito federal. Resulta que en ese sancto santorum de la Calle Chardón botaron a una funcionaria que tuvo la "osadía" de denunciar que el Tío Sam tiene una manifiesta preferencia por sus "sobrinos", a la hora de remunerar sus servicios. Así que esta "sobrinita" no se conformó con ser una "casi ganadora", al decir del Tío Nobel, y reclamó equal pay for equal work, equal justice under law y and justice for all.

Muy significativamente, el tribunal catalogó de "injusta exageración" y "fabricación" unas imputaciones hechas a la fiscal en cartas enviadas a su expediente. Queda, pues, impugnada la integridad y la pulcritud de esa fiscalía federal. Si así trata a los suyos, ¿qué se puede esperar del trato a quienes percibe como sus enemigos? Abramos los ojos los puertorriqueños, y dejemos de rendirle culto y pleitesía a los ídolos falsos.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Esto me produce las siguientes inquietudes: Esta fiscal,¿Será objeto de futuras represalias? ¿Le van a asignar menos responsabilidades y obligaciones?

El tiempo dirá, pero una cosa nunca falla, todos los sistemas son falibles; el de aquí y el de allá. Ningún sistema es perfecto.