sábado, 1 de agosto de 2015

"You're in Kansas!"

Hay decisiones judiciales tan estúpidas que desafían la imaginación. En Kansas, un hombre le escribió una carta a un doctor que pensaba abrir una clínica para practicar abortos, y le mencionó que «alguien podría ponerle una bomba debajo del auto». Increíblemente, el tribunal federal que juzgó el caso penal contra el remitente de la carta decidió que ello no constituía una amenaza, y era una manifestación protegida por la libertad de expresión. En apelación, el tribunal revocó, pero, en vez de dictaminar lo obvio, es decir, que se trata de una amenaza velada, devuelve el caso a instancia para que el asunto lo dilucide un jurado.

Posiblemente, de estúpidos, como el juez de Kansas.

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