Con la situación fiscal y presupuestaria del Gobierno de Puerto Rico se habla continuamente de «crisis» para describirla. Hoy, por ejemplo, la prensa se refiere a «la dura crisis fiscal». Pero, ¿la hay de otra clase? Es que la palabra es, en cierta medida, un «superlativo», que no admite elementos que la modifiquen, pues se trata de una etapa o punto extremo de una situación problemática. Por eso, no puede haber crisis «duras» o «graves», ya que resulta redundante referirse así a ese estado de cosas.
Digamos, pues, que el español está en crisis en Puerto Rico.
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