Leo en un medio de comunicación digital: «Ofensiva de fin de verano contra el alcohol en las carreteras». La policía se ha militarizado tanto, que, ahora, sus operaciones u operativos se denominan como si fueran ataques de un ejército. Es de suponer que los patrulleros de carreteras se desplazarán en tanques de guerra, y al que sorprendan zigzagueando o manejando de forma sospechosa de estar bajo los efectos de bebidas embriagantes, le dispararán un par de cañonazos.
A mí, este uso de términos agresivos, me parece ofensivo...
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