sábado, 27 de junio de 2015

Matrimonio homosexual

Ahora que estamos en el tema de la reciente decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos, aprovechemos para llamar las cosas por su nombre, rechazar los circunloquios, eufemismos y préstamos léxicos innecesarios. Se trata del matrimonio homosexual. No hace falta decir «entre personas del mismo sexo». Tampoco gay. «Homosexual» no es un insulto; es una realidad. No hay por qué disfrazarla o encubrirla con frases eufemísticas o conceptos de otras culturas, que ni sentido tienen en la nuestra. La palabra «homosexual» incluye a hombres y a mujeres con esa inclinación erótica.

Usémosla sin miedo ni falso pudor.

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