lunes, 4 de noviembre de 2013

Ciencia para la inconsciencia

Desde 2009 se viene denunciando que médicos y psicólogos adscritos a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y a la CIA han colaborado activamente en la tortura de los detenidos en Guantánamo y otros centros de detención. Este personal profesional ha prestado su ciencia para diseñar métodos más eficaces para torturar física y psicológicamente a las personas detenidas, muchos de los cuales, como sabemos, nunca han sido ni siquiera acusados formalmente de delito alguno. A esa principal tortura -- la de hallarse preso de manera indefinida y sin recurso al respecto -- se suma esta perversidad científica de utilizar el conocimiento para curar males del cuerpo y el espíritu, para hacer daño.

La clase médica en la Alemania de Hitler se prestó para las atrocidades nazis. En ese camino está la de los Estados Unidos de Bush y Obama.

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