En esta época de tanto pillaje de fondos privados y públicos a punta de estilográficas y clics de computadoras, viene al caso apuntar unos términos relacionados con el dinero mal habido. Embolsar, aunque no es propiamente negativo, pues se trata de poner dinero en bolsa o bolsillo, tiene un tufo a lo impropio o a la irregularidad; a un aprovechamiento indebido. Con embolsicar ya la cosa va quedando más clara, que lo que se mete al bolsillo no ha sido del todo producto de una gestión o transacción legítima. Y finalmente, embolsillarse señala la ilegalidad del negocio jurídico o al margen de la ley.
Aunque la definición de estos vocablos no sea explícitamente negativa, el entendido general así lo ha consagrado, por lo que su uso debe hacerse advertido de ello.
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