Un país así se tiene que joder. Resulta que un grupo de sheriffs de Colorado ha incoado una acción judicial para que se declaren inconstitucionales dos leyes recién firmadas por el Gobernador del estado. Los estatutos que estos comisarios con alma de forajido consideran inaceptables limitan la capacidad del peine de las armas de fuego a 15 proyectiles y requieren una investigación de los sujetos en todas las compras o traspasos de armas en el estado. Uno pensaría que los agentes del orden público serían los primeros en defender medidas como éstas. Pero, a estos guapetones de barrio con placas de alguacil parece que les ha afectado la altitud del territorio o han visto mucho High Plains Drifter, la película de Clint Eastwood que se desarrolla en parte de esa región. Su descabellado planteamiento es que las dos leyes violan su derecho a tener armas bajo la Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos.
Están de que les peguen un tiro.
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