viernes, 17 de mayo de 2013

Disparates decenales

Se hacen esfuerzos de buena fe para mejorar la educación pública en el país. Hasta se habla de formular un Plan Decenal para ello, con el fin de darle continuidad a los programas, sin que se vean interrumpidos por los cambios políticos. Bien. Pero, me conformaría con algo mucho más modesto: enseñar a hablar y a escribir bien. Por ejemplo, yo aspiro a que no se digan cosas como ésta: «Esto es una invitación a la creatividad colectiva y que todos construyamos lo que puede ser el inédito viable de lo que debe ser la educación en el próximo decenio». Esto, en boca de una de las personas que participan destacadamente en este proceso, no me presta mucha garantía de éxito.

Porque eso de tomar el adjetivo «inédito» y convertirlo en sustantivo es una barbaridad, amén de que su significado -- algo que no se ha publicado -- no tiene cabida en este contexto. Supongo que la buena señora ha querido decir algo así como «el plan factible» de lo que debe ser la educación en la próxima década. Su error ha sido pretender usar palabras rebuscadas -- y equivocadas --  para expresar un concepto sencillo.

Así no se mejora la educación.

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