domingo, 19 de mayo de 2013

«Errar es de humanos»

Hoy, en la predicación en la iglesia, reparé en una de esas cosas que pasamos por alto en los textos bíblicos, tantas veces leídos. La referencia a la entrada de Jesús a Jerusalén señala que lo aclamó «una gran multitud». En otras partes de la Biblia se habla de que lo seguían «grandes multitudes». Supongo que esto prueba que, aunque la Biblia sea de inspiración divina en su mensaje principal, carga con los defectos y errores de sus autores humanos. Porque, Jehová sabe que el vocablo «multitud» implica que se trata de un gran número de personas o de cosas. Por lo tanto, es redundante hablar de una «gran multitud».

Quizá el afán de magnificar las cosas del Señor -- que, dicho sea de paso, no lo necesitan -- lleva a  evangelistas y salmistas a exageraciones e hipérboles de todas clases. Amén de errar en gramática y lingüística también.

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