¡Horror de horrores! Hay errores que son imperdonables, y éste es uno de ellos. En la noticia de que el gobernador García Padilla le suplica a sus amos que atiendan la seguridad de nuestras costas, para que no les llegue tanta droga desde este Puerto Rico de trasbordo, se cita la parte de la carta que le cursó, en la que advierte que el problema «amenaza la fábrica de la sociedad puertorriqueña». Los que conocemos el idioma del imperio sabemos que al Gobernador le han escrito -- porque su inglés no da para eso -- que el tráfico de drogas «threatens the fabric of Puerto Rican society».
¡Carajo, pero fabric no es fábrica, sino fibra o tejido -- en este contexto -- social! No queda claro si lo que se publicó es una traducción suplida por la Oficina del Gobernador -- quiera Dios que no -- o es de la inspiración del redactor periodístico. En cualquier caso, es un bochorno mayúsculo incurrir en una atrocidad lingüística como ésta. No solo no somos bilingües, sino que ni siquiera sabemos español.
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