Wal-Mart ha accedido a pagar $440,000 para transar un pleito por acoso laboral surgido en un Sam's Club en California, donde unos empleados mexicanos eran objeto de burlas diarias por razón de su origen. Lo más triste del caso es que las burlas provenían de un chicano, término con el que se conoce a los híbridos de mexicanos y americanos. Aunque los empleados se quejaron, la empresa no hizo caso. No fue hasta que se presentó una querella ante la Equal Employment Opportunity Commission que despidieron al empleado burlón.
Este caso es uno de muchos que ocurren en Estados Unidos, motivados por la xenofobia y el discrimen contra los latinos. Los americanos son muy dados a explotar económicamente a la gente de nuestros países, a quienes le añaden insult to injury. Ocurre también que ciertos latinos y otros extranjeros, en su afán de congraciarse con el «Gran Padre Blanco», asumen sus posturas casi esclavistas, para demostrar que son tan americanos como los blancos de ojos azules.
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