Los holandeses siempre han estado a la vanguardia de la libertad personal, en aspectos tan íntimos como la sexualidad y el uso de sustancias que alteran la consciencia. Ahora se nos informa que han dado un paso muy sabio, a mi juicio, al anunciar que la policía adopta una actitud de tolerancia hacia la expresión plena del amor carnal en cierta parte de un parque de Amsterdam, prefiriendo dedicar sus recursos a combatir actos delictivos o que afecten significativamente la paz social. En un mundo de tantas prohibiciones, registros, represiones y valladares de todas clases, resulta refrescante ver tal muestra de sensatez de parte de un cuerpo policiaco.
Como es sabido, la policía siempre ha tenido un amplio margen de discreción para intervenir con los ciudadanos, cuando éstos incurren en conducta posiblemente antisocial o delictiva. No siempre se amerita un arresto o una detención, con el fin ulterior de encausar a la persona. Lamentablemente, la presión de algunos sectores moralistas ha obligado a que se persigan ciertos "delitos" consensuales con rigor excesivo. En momentos en que la estupidez de la Resolución 99 es asunto de consideración en nuestro país, Holanda nos da esta lección de libertad y sentido común en la convivencia social.
1 comentario:
Que viva Holanda...
Ahora los fundamentalistas boricuas dirán que el Diablo es la monarquía de Holanda...
El tiempo dirá, con la irrespetuosidad que me caracteriza hacia los fundamentalistas, si estoy en lo correcto.
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