jueves, 2 de agosto de 2007

La cámara inconsciente

Se ha vuelto a repetir el espectáculo de mostrar a personas arrestadas de noche o madrugada, sacadas de sus casas. Evidentemente, las fuerzas del orden público - a veces de Puerto Rico, otras veces de Estados Unidos - le avisan a los medios noticiosos para que estén presentes en estos allanamientos y arrestos. Supongo que es una forma de que "se vea que están haciendo su trabajo."

Lo que ocurre es que ese proceder no aporta cosa alguna a la cuestión fundamental de por medio. Al país le basta con saber que se han efectuado los arrestos; no es necesario ver a los arrestados en ropa de dormir o a medio vestir. La dignidad del ser humano es inviolable, reza el principio cardinal de nuestra Constitución. Y lesiona esa norma la forma indigna de proyectar ese momento bochornoso, que, en última instancia, puede llevar a una condena o a una absolución.

Entonces viene el acoso periodístico con cámaras y micrófonos, interrogando a los detenidos; muchas veces logrando declaraciones incriminatorias, a despecho de las garantías procesales. ¿De qué vale el derecho a juicio por jurado, cuando el detenido se ha inculpado en directo y a todo color, sin el beneficio de las advertencias de rigor ni la asistencia de abogado? Y todo ello ocurre a ciencia y paciencia de policías y alguaciles, que lo permiten y hasta lo facilitan.

Es hora de que las autoridades policiacas y judiciales le pongan coto a esta práctica lesiva de los derechos que le asisten a las personas detenidas en nuestro país.

3 comentarios:

Roberto Ariel Fernández dijo...

Los periodistas de Puerto Rico no se diferencian del resto de nosotros en su tendencia al "malpractice" y a no estsar conscientes de hasta dónde deben llegar. Es frustrante ver la pobre calidad del periodismo boricua, y cómo atropellan en busca de mero sensacionalismo.

Alberto Medina Carrero dijo...

Roberto:

Es cierto lo que dices, pero la mayor parte de la culpa tiene que recaer en los funcionarios que tienen el deber de velar por "la pureza de los procedimientos." Los policías y los alguaciles, según sea el caso,no deben permitir ese acceso directo a los detenidos; mucho menos esos "interrogatorios" periodísticos.

Roberto Ariel Fernández dijo...

Estoy de acuerdo! Me pregunto si alguien ha traído esto a la atención del Super de la Policía; y, der ser así, si ha hecho algo al respecto.