Apremiado por el Gobierno de Estados Unidos, muchas veces el nuestro toma medidas festinadas para complacer a sus amos del Norte. Esto es lo que parece que está ocurriendo en el llamado Colegio de Justicia Criminal, otrora Academia de la Policía. Conociendo la costumbre de tapar las faltas, me inclino a creer que lo que se denuncia es cierto. Y preocupante. Porque lo menos que necesita el país es poner en circulación un montón de guardias mal preparados y resentidos.
Desde hace muchos años se ha señalado que el problema fundamental de la Policía es el reclutameinto deficiente, es decir, de gente que no es apta para desempeñarse como agentes del orden público, en parte porque no tienen las condiciones personales para ello, y en parte porque no se les prepara adecuadamente. Pero, los abusos que se pretenden corregir solo se van a acentuar si, por graduar a muchos apresuradamente, no se les capacita verdaderamente.
Pronto veremos en nuestras calles los resultados de este desacierto para complacer a los americanos...
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