Amnistía Internacional -- que las canta como las ve, y no se deja intimidar por el poder imperial de Estados Unidos -- acaba de recordarle al Coloso del Norte que impedir el derecho de asilo, como lo hace con Edward Snowden, es una grave violación de los derechos humanos y el derecho internacional. Los americanos tiene la pretensión de que todo el mundo le cierre las puertas, y se lo entreguen en bandeja de plata, para ellos ajusticiarlo. AI señala muy acertadamente que revelar violaciones a los derechos humanos -- que es lo que ha hecho Snowden -- está protegido por el derecho a la libre expresión. Le apostilla a los yanquis que lo que deben hacer es ocuparse de la sustancia de la denuncia, no del denunciante. Finalmente, expresan sus serias dudas de que Snowden pueda ser juzgado justa e imparcialmente en Estados Unidos, toda vez que, de Obama hacia abajo, ya el oficialismo norteamericano lo ha condenado públicamente.
¡Directo al hígado!
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