Los suizos -- que siempre marchan a su aire en casi todo -- se han negado a aprobar una ley para prohibir el uso de la burka, esa vestimenta islámica que cubre a las mujeres de pies a cabeza, o de cualquier otro velo que tape su rostro. La tendencia europea ha sido prohibir esta clase de atuendo, pero los parlamentarios suizos, aunque por escaso margen, no han querido hacerlo, y han preferido que sea cada cantón de su confederación el que legisle sobre el particular. Han tomado en cuenta que hay muy pocos casos de eso en todo el país, por lo que el efecto práctico de la ley sería limitado. También les ha preocupado proyectar una imagen de hostilidad y prejuicio contra la comunidad musulmana.
Sea como fuere, los suizos se han abstenido de participar en ese desenfreno xenofóbico que en muchos sitios pasa como preocupación legítima sobre la «seguridad nacional».
No hay comentarios:
Publicar un comentario