Hace tiempo que no hay secretarias. Las que había pasaron a ser «asistentes administrativas» o algo así con más caché. Es parte de una ola de eufemismos para, supuestamente, darle más importancia a ciertas ocupaciones u oficios que se estimaban de menor categoría. Ocurre que, con el advenimiento de la transformación tecnológica del mundo laboral, a quienes se ocupan de los quehaceres oficinescos se les ha subido de grado con estas designaciones de reciente cuño.
Como parte de este nuevo enfoque, se han implantado cursos que preparan a este personal con certificados o grados asociados en «sistemas de oficina». Así surge de un anuncio que publica hoy una institución educativa. Significativamente, luego de esta frase, en letra bien pequeña y entre paréntesis aparece la palabra secretarial, admisión de la verdadera naturaleza del trabajo para el cual preparan a los estudiantes.
No hay objeción a los neologismos, siempre que no se usen para adornar, disfrazar o encubrir una realidad que no tiene por qué disimularse.
1 comentario:
¡Mejor no lo pudo haber dicho! Luego de haber trabajado por 31 años como catedrática en el Departamento de Sistemas de Oficina de la UPR en Bayamón, por fin encuentro a alguien que piense igual que yo. A mis estudiantes siempre les decía que no eran asistentes administrativas, pues eso era muy ambiguo. Pueden haber asistentes en todas las profesiones. La profesión secretarial es una digna, encomiable, bien cotizada... Las personas que estudian cuatro años en la universidad y obtienen un bachillerato en sistemas de oficina deben llamarse administradores o gerentes de oficina, o secretaria....
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