jueves, 20 de septiembre de 2012

¡A caerle a palos!

Como digo, hay aclaraciones y precisiones que están demás, pues se sobreentiende a qué uno se refiere, sin que sean necesarias. Ayer, la prensa publicó una noticia acerca de una agresión con un «palo de madera». Como sabe todo el mundo, de las muchas acepciones o significados de la palabra «palo», casi todas se refieren a un pedazo de madera: ya sean ciertos árboles, los de un navío, un batazo fuerte en el beisbol, y un largo etcétera. La excepción sería el «palo de golf», como el que usó la exesposa de Tiger Woods cuando lo corrió de la casa... De manera que bastaba decir que la agresión se produjo con un palo, para que cualquier hijo de vecino entendiera lo que había sucedido.

A mí, cuando leo cosas así, me dan ganas de darle un palo por la cabeza a quien las escribe...

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