Suena disparatada la idea de capacitar en solo dos días a agentes de Servicios Técnicos de la Policía de Puerto Rico como técnicos de ciencias forenses, para que realicen las pericias de rigor en las escenas del crimen. Como en esas series de televisión en las que en cosa de una hora se resuelven los crímenes más intrincados, aquí se pretende que una labor tan delicada como la captación y preservación de prueba de la comisión de un delito -- muchas veces el elemento fundamental en un caso penal -- la lleve a cabo un personal que no tiene las destrezas necesarias para ello. Es de anticipar un aumento en el número de casos que no prosperarán en los tribunales, por errores en las pruebas periciales.
Parece que con esto se ha querido suplir la falta de personal en el Instituto de Ciencias Forenses, que su Directora, por partidismo político, se ha negado a reconocer, para no desentonar de la consigna del gobierno en el sentido de que los servicios públicos no se han afectado con los despidos masivos llevados a cabo durante este cuatrienio.
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