He dicho antes que no se respeta el significado de las palabras, y se pretende darles uno acomodaticio. En este brete de Rolando Crespo, ahora ex legislador por causa de un resultado positivo a cocaína, él insiste en no ser adicto y ni siquiera usuario, pero está dispuesto a entrar a un programa de rehabilitación. Mas, ¿para qué, si lo único que él admite es que ese consumo de la droga fue un incidente aislado? La contradicción es evidente para todo el mundo excepto para él, a quien parece que la droga le ha afectado el cerebro.
Como en tantas otras ocasiones, se intenta manipular la opinión pública jugando con los términos; usándolos a veces como escudos o etiquetas para deformar o esconder la realidad. Pero, ésta es muy terca, y siempre se impone, a pesar de tales maniobras.
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