miércoles, 23 de febrero de 2011

Hay que aplicarle una «dosis» fuerte.

Ese cierre intempestivo de Farmacias El Amal ha planteado no solamente un golpe a la ya maltrecha economía, sino un menosprecio al estado de derecho en lo laboral y lo sanitario. Por lo que se sabe, a los empleados los han dejado en la calle y sin llavín, a despecho de sus derechos como trabajadores. Preocupa, por otro lado, que el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos se haya mostrado bastante parsimonioso y tímido en reaccionar a esta situación. Se ha publicado que el Secretario del Trabajo atendió a los empleados que se «quedaron en la calle» en la calle frente a sus oficinas....Hombre, sabemos que éste es un gobierno decididamente patronal, pero deberían disimular un poco.

Por otra parte, El Amal cerró los recetarios y se olvidó de los pacientes que eran sus clientes. El Departamento de Salud y el de Asuntos del Consumidor pusieron el proverbial grito en el cielo, ante una barbaridad como ésta. No hay quiebra que justifique un lockout de esta manera, y el gobierno tiene que actuar con todo el rigor de la ley para que la empresa responda a empleados y a clientes, amén de que lo que se haga sirva de ejemplo para otros empresarios que se vean tentados a actuar de manera tan irresponsable.

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