jueves, 17 de febrero de 2011

"FYI"

La reacción de los policías a quienes se les desestimaron las acusaciones por fabricación de casos merece destaque. Me refiero al comentario de uno de ellos en el sentido de que «... el FBI, esa agencia federal que todos los policías teníamos en un pedestal, se ha caído. Ya no confiamos en el FBI.» Como nunca he confiado en el FBI ni he puesto a nada ni a nadie en un pedestal, me alegra que estos compatriotas hayan despertado a la realidad. El FBI no es otra cosa que parte del mito americano de pulcritud moral y superioridad técnica que ha hecho que muchos en nuestro país lo acepten como el manso cordero de nuestro escudo. Esa policía federal se equivoca todos los días, de buena o de mala fe, a veces con consecuencias trágicas. Siempre ha tenido una función persecutoria de minorías en Estados Unidos y del independentismo en Puerto Rico. Son parte de los perros de presa del imperio, con una encomienda decididamente ideológica.

El cine y la televisión de Estados Unidos se han ocupado de lavarle la cara al FBI, con la simpatía de James Stewart y Efrem Zimbalist, Jr., entre otros, y hay muchos - entre ellos estos policías - que se tragaron ese cuento. Pero, la realidad siniestra de J.Edgar Hoover y sus sucesores es demasiado grande para que esos «héroes» cinematográficos y televisivos la oculten para siempre.

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