Lo menos que se puede pedir de un funcionario público es que conozca lo que dispone la ley que administra o le atañe directamente. En este sentido, lo que ha hecho el alcalde de Vega Baja al nombrar interinamente al Director de Finanzas del Municipio como su sucesor es el colmo de la irresponsabilidad y el cinismo. La Ley de Municipios Autónomos taxativamente excluye a dicho funcionario de esa posibilidad. Obviamente, este alcalde actúa en abierto menosprecio de la ley y la moral pública; por lo tanto, ni se molesta en leer la ley o asesorarse al respecto.
Los abogados no estamos exentos de este mal. No es raro que haya colegas que citen el texto anterior de estatutos y reglamentos enmendados o casos que han sido modificados o hasta revocados, como si estuvieran plenamente vigentes. A veces ni se fijan en fechas o nombres en documentos, datos que dan lugar a alegaciones de falta de jurisdicción, prescripción u otros planteamientos medulares en términos jurídicos.
El ejercicio del Derecho y de la función pública exige un grado superior de cuidado para evitar caer en errores evitables. Por eso es que el primer requisito en estos casos es saber leer y escribir. La honradez se da por sentado...aunque ya vemos que no es así.
1 comentario:
www.olhardireito.blogspot.com
Publicar un comentario