El contacto diario con España - desde hace tiempo hecho posible por TVE - ha tenido como consecuencia la adopción de ciertas palabras, giros o modismos que por acá no conocemos o son desusados entre nosotros. Por ahí anda el término fiable, forma que puede confundirse fácilmente con confiable, de uso muy común.
Lo que ocurre es que «fiable» es una persona a la cual se puede fiar, como en el caso de un imputado de delito, o una cosa de la que se puede depender. En cambio, «confiable» sólo se puede aplicar a una persona que tenga los merecimientos para ello.
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