martes, 10 de marzo de 2009

¡Gritarán las piedras!

Mi padre me enseñó a prepararme siempre para lo peor. Si llega la descolegiación de la abogacía - que rechazo con todas mis fuerzas - estoy seguro de que quedaremos suficientes abogados que continuaremos colegiados voluntariamente para seguir la obra iniciada en 1840. Los que permanezcamos fiel a la institución seremos los que hacen falta; los demás, que estaban en el Colegio por obligación, esos no harán falta.

Se equivocan los que creen que el Colegio va a desaparecer, si la colegiación es voluntaria. Nuestra voz nunca será acallada, porque es la voz del decoro, la justicia y la verdad en esta Patria.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Yo estoy a favor de la colegiacion compulsoria. Abajo con toda intencion o amago de intencion de eliminarla.

Perdona por la ausencia de acentos, esta es una portatil y estoy con pereza.