Un conocido bufete de San Juan, al anunciar la incorporación de una colega a su plantilla, se identifica como "Abogados y Consejeros Legales." Yo creía que los únicos que podían dar consejo legal - o por lo menos, anunciarse y cobrar por ello - eran, precisamente, los abogados. Así que no entiendo la distinción. A menos que se trate de que el bufete cuenta con abogados no revalidados, que ofrecen alguna orientación. Debe ser parte de esta onda de abultar calificaciones y prestigio, añadiendo clases y clasificaciones profesionales algo difusas.
Es posible que se quiera copiar la nomenclatura en inglés legal counsel, sin percatarse de que se trata de abogados también. De todas formas, hay que felicitar al bufete, por haber tenido la "condescendencia" de publicar el anuncio en español, contrario a la práctica usual de los bufetes de su categoría.
1 comentario:
Alberto:
Como yo no patrocino El Nuevo Día, y no creo que sea un gran periódico, quién es esa nueva personalidad que se une a la plantilla laboral como "abogado y consultor legal". La curiosidad me mata.
A su vez, debes leer el artículo de ese "ilustre" economista que trabajó en la Fortaleza, Gustavo Vélez, en específico su "excelente" redacción. El artículo se refiere a la disminución o "recortes" de las líneas aéreas en Puerto Rico, por no incluir a su vez al vecino del Norte. Definitivamente, El Nuevo Día se ha colgado o reprobado - para usar calificativos de "alcurnia"- en su trabajo editorial.
Por cierto, hoy regresé de NY. Me he salvado del mar de gente en la 5 Avenida por la parada boricua. Menos mal que nuestro avión salía temprano en la mañana y el taxista no tuvo que lidiar con los otros vehículos, como si de una corrida de toro fuera.
Algún día deberíamos, tu y yo, escribir sobre este evento. Desde un punto de vista sociológico es interesante, pero idisincrático es mejor.
Publicar un comentario