La prensa de ayer cita al nuevo director de nuestra Sinfónica diciendo: "No se espera que vayamos al Carnegie Hall a tocar a Bruckner, sino que llevemos un repertorio congénito." Pues, creo que el maestro Valdés ha leído mal la "partitura" de nuestra lengua. Eso de "congénito" tiene que ver con las cosas que nacen con uno y, generalmente, se usa para referirse a condiciones o enfermedades que están presentes en el organismo desde el nacimiento.
Una mejor "lectura" hubiera sido decir autóctono o, sencillamente, nacional, a despecho de quienes se sienten incómodos con ese vocablo cuando se nos aplica, pues lo reservan para su "nación", Estados Unidos de América. De todas formas, es de aplaudir su anunciado interés por darle a la música puertorriqueña el sitial que merece en nuestro país.
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