viernes, 13 de junio de 2008

El tablazo de la Ley

Hay que celebrar que nuestros legisladores hayan tenido la valentía de resistir la disparatada pretensión de un sector de la religión organizada de llevarnos a los "tiempos felices" de la Edad Media. La Resolución 99 ha muerto, y hay que enterrarla bien, para que no vuelva a salir a perturbar el orden social. Que se enteren todos esos profetas de pacotilla: este país no vuelve "ni pa' Dios" a la época en la que lo religioso primaba sobre la vida cotidiana de la sociedad general. Quien quiera vivir de acuerdo con el Viejo Testamento tiene perfecto derecho a ello, pero no a imponérselo a los demás. Con todos los defectos que pueda tener, prefiero la racionalidad del Código Civil.

El matrimonio y la familia tradicionales seguirán incólumes, independientemente de que se reconozcan otros arreglos humanos. En asuntos afectivos tan íntimos cada uno actúa a base de lo que siente, no de lo que haga el vecino.

No hay comentarios: