lunes, 9 de junio de 2008

Con el látigo de Indiana Jones

Aplaudo la inciativa legislativa del senador Parga encaminada a ponerle coto a esos "arqueólogos a la orden" que presentan certificaciones y opiniones por encargo de los grandes intereses económicos. El colmo del despojo de nuestro patrimonio cultural es que se haga con el aval de quienes, con su ciencia, deben crear la conciencia de protegerlo. Hacen falta, pues, mecanismos de ley para frenar las prácticas profesionales lesivas al mejor interés público. Me parece que la colegiación y la prohibición de conductas que rezuman conflicto de intereses es un buen comienzo. De lo contrario, un arqueólogo del futuro, un día excavará en nuestro país, y no encontrará rastros de que aquí hubo un pueblo.

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