jueves, 5 de junio de 2008

Con tanto estratega...

En la noticia acerca del deterioro del servicio aéreo a y desde Puerto Rico, se lee: "Puerto Rico podría perder su liderato como eje del turismo en el Caribe, si en los próximos tres meses no se pone en ejecución una estrategia efectiva... Así que la Directora de la Compañía de Turismo promete que "tendrá listo un plan estratégico para tratar de salvar la situación..." Por su parte, ese padre de la patria nueva, Jorge Silva Puras, dice que todo esto "afecta nuestra estrategia de promover a Puerto Rico como lugar de inversión industrial." El abuso del término resaltado denuncia una falta de vocabulario que acompaña la falta de ideas de éstos y otros "cerebros mágicos" en el gobierno de turno. Antes, se hablaba de planes; ahora, todos son estratégicos, como las alianzas.

Estas son modas o muletillas en la expresión, con las que se pretende barnizar de complejidad e importancia cualquier gestión de pensar un poco para resolver un problema, y así justificar sueldos de "vuelos" más altos que los de American Airlines.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Me obligastes a buscar el mataburro antes de escribir. Bien hecho.

La RAE, define la estrategia en tres acepciones:

1. Militar: Arte de dirigir las operaciones militares

2. Arte, trasa para dirigir un asunto.

3. Matemática: En un proceso regulable, conjunto de las reglas qeu aseguran una decisión óptima en cada momemto.

No sé cuál de todas estas posibilidades fue la que se empleó. Ninguna pega ni con cola. Pero a la hora de la verdad, voy a justificar lo injustificable.

No recuerdo quién lo dijo, pero me acuerdo de un gran profesor de Ciencias Políticas, en la UPR, que me decía, en una de las tantas calses de ciencias políticas que tomé con él, el gobierno no quiere gente inteligente, sino gente manipulable.

Como lo que está en boga es el Complejo Industrial Militar -digo desde tiempos de Ike- es probable que el término lo empaten ahora con la economía. Total, la economía está en estos momentos bien atada al capricho bélico del vaquero de Yale.

Sé que vas a replicar diciendo que existen palabras de más en el mataburro que permiten ejemplificar mejor la idea. Pero ese no es el problema. El problema es que estamos bombardeados de palabras del idioma de Shakespeare que no nos permite enriquecer el nuestro. Problemas de ser colonia, sí. Problemas de autoidentificación, por supuesto. Esnobismo y pensar que mezclando palabras del inglés nos hacen mejor, ahí recojo las otras anteriores.

En definitiva, es un problema del mal llamado mercadeo de ideas o "marketing", de una muy mala prensa y de otras cosas más...