La exgobernadora Sila Calderón ha estado delicada de salud; tanto, que ha tenido que ser operada dos veces en corto tiempo. Sabemos que la anestesia y los medicamentos afectan los procesos mentales. Quizá ello explique las disparatadas declaraciones suyas dadas a conocer hoy, dirigidas a los dirigentes políticos de su partido. No me refiero, por supuesto, al mensaje de alerta o alarma sobre la situación del país, sino a la forma en que está expresado.
Cito una parte que resulta más que ilustrativa. Según ella, el país ha atravesado por << una larga cadena de eventos enlazados unos a otros, cuya rectificación comienza con un nuevo sistema contributivo que haga posible comenzar a allegar los fondos que necesitamos para realizar las gestiones ineludibles para comenzar a enderezar nuestras autoridades públicas >>.
Primero, resulta innecesario decir que los eventos que forman parte de la cadena están enlazados, pues por eso son parte de la cadena. Valga también señalar que el enlace es de unos con otros. Segundo, en el resto de la oración, se usa el verbo << comenzar >> tres veces, lo cual acusa una gran pobreza léxica. Tercero, la referencia a << autoridades públicas >> es desacertada. Evidentemente doña Sila habla de las corporaciones públicas como la Autoridad de Energía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, pero el hecho de que se llamen así no justifica que se use una frase que describe el poder gubernamental en general.
Por último, lo citado y el resto de lo que se publica adolecen de la falta de verdadero contenido, y no pasan de ser parte de una retórica hueca por parte de alguien que contribuyó a la debacle económica del país.
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