Me parece muy interesante la tesis jurídica de la demanda de los familiares de las víctimas de la matanza en la escuela de Sandy Hook en diciembre de 2012. Se demanda, por un lado, a la sucesión de la madre del victimario -- muerta a manos de su hijo -- por la negligencia de ella al tener un arma automática de alto calibre al alcance del joven cuya perturbación mental le constaba. La segunda causa de acción es contra el fabricante, el distribuidor y el vendedor de dicha arma, por poner a la venta para el público general un arma fabricada para uso militar. Véase que lo que permitió que el homicida matara 16 personas en apenas 4 minutos fue el gran poder de destrucción del arma que su madre había comprado y dejado descuidadamente a su alcance.
Con los tribunales nunca se sabe; sobre todo los de un país en que la ley suprema es «la ley del revólver». Con la fuerza del llamado gun lobby, es decir, los intereses económicos de las empresas fabricantes y vendedoras de armas, son capaces de dictaminar que los muchachitos se «suicidaron».
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