Lo he dicho: no hay salvación. Todo un «gran periódico» nos regala hoy dos lindezas lingüísticas. La primera en primera plana: «La AEE inmersa en una encrucijada». Hombre, pero es que «inmerso» es sumergido, y «encrucijada» es el cruce de dos caminos. Tan sencillo que era decir: «La AEE en una encrucijada». Pero, para eso hay que saber algo de español...
La segunda aparece en letras muy grandes en la página 10: «Camino bajo arena movediza». Al titulista hay que despedirlo fulminantemente. Y al editor -- si es que eso existe en el periódico -- también.
Sarcasmos aparte, la crisis del país no se limita a lo fiscal o presupuestario. Cuando el principal diario -- que se proclama «educador» -- de un país escribe cosas como éstas, la degradación no es solo crediticia ni ajena.
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