Con la suma de Amnistía Internacional a la causa de la adopción entre parejas homosexuales, se fortalece el movimiento hacia ese estado de derecho en nuestro país. El prestigio de esa institución le añade gran peso intelectual y moral a un reclamo de derechos humanos que cobra fuerza creciente en todo el mundo.
El Derecho se mueve inexorablemente hacia la eliminación de los discrímenes irrazonables en todos los órdenes. Un conocimiento más profundo sobre la vida afectiva, emocional y psicológica, así como una conciencia más elevada de lo justo, hacen imperativo el ajuste de nuestro derecho de familia para darle acomodo a una realidad que no es posible negar sin lastimar a adultos y menores necesitados de dar y recibir amor en la búsqueda de la felicidad.
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