jueves, 10 de abril de 2014
¡Cámaras, por favor!
Tiene razón la Asociación de Periodistas de Puerto Rico en su reclamo de que la apertura parcial y tímida de los tribunales a las cámaras y micrófonos de los medios de comunicación se amplíe y se haga permanente. Solamente el miedo a que se difunda más ampliamente la mala calidad de la litigación y la adjudicación lo impide. Hasta ahora, solo los que asisten a los salones de sesiones se enteran de lo flojo que son muchos abogados y jueces; de lo mal que se expresan y lo pobre de su argumentación y razonamiento, de los aplazamientos que eternizan los casos, y de otras prácticas que son contrarias a la mejor administración de la justicia. Con las cámaras vemos, en directo y a todo color, la falta de cultura jurídica y conocimiento general de los alegados letrados y togados. Todos esos planteamientos en contra de la apertura amplia y permanente son meras excusas, para no quedar en evidencia.
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