sábado, 8 de marzo de 2014

De la medina para el mundo

Es un lugar común decir que viajar es una experiencia cultural y educativa. De que es así doy fe en mi libro De Amsterdam a Viena: impresiones de un viajero, en el que recojo 30 años de experiencias en mis andanzas por el mundo. En ellas he aprendido muchísimo; incluso, he ampliado mi vocabulario. En Madrid, supe por qué la llaman la «Villa del Madroño» cuando vi el arbusto y su fruto. En Sevilla, averigüé lo que era maestranza, al visitar la plaza de toros y el teatro, donde disfruté de la presentación del trío de Keith Jarret, genial pianista de jazz. Mi paso por Marruecos me hizo saber que andaba por territorio magrebí, es decir, del noroeste de África. Y, por supuesto, allí me interné varias veces en el fascinante ambiente de la medina, o sea, el barrio antiguo de la ciudad, del cual, seguramente, vengo.

¿Ven que viajar es educarse?

No hay comentarios: