Abundan los pleitos de clase pot abusos empresariales que afectan a miles o millones de consumidores o usuarios. En este caso se trata de una demanda contra la una vez mítica General Motors, cuyo desprestigio quebró a Detroit y el resto de la industria automotriz de Estados Unidos. En febrero, la empresa recogió 1.6 millones de vehículos por un defecto en la ignición que ocasiona que se apague el motor y se desactiven las bolsas de aire con el vehículo en movimiento, incluso a altas velocidades. Luego de 34 accidentes y 12 muertes, GM accedió a la recogida de autos. Lo significativo del caso es que la muy bandida empresa conocía del defecto desde 2001.
Detroit debió quebrar mucho antes.
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